sábado, 31 de enero de 2009

Perdido en el Blog

El otro día vino Mamá y me dijo sonriente Corazón, renuncié a la oficina, me voy a dedicar a concretar mi sueño de toda la vida: Voy a ser Sanadora y así ayudar a mucha gente, lo que probablemente signifique que tengamos que ajustarnos un poquito con los extras hasta que todo marche como se espera... Mientras me hablaba, pensé en las latitas de comida extra que suele comprarme, en los juguetes extra que suele traerme, en los paseos extra que solemos hacer... O que promete que vamos a hacer, una vez encuentre una correa de mi talla y yo pierda el miedo a salir ...pero no te preocupes Rey, que vamos a estar bien. Acto seguido, me alcanzó la computadora y me dijo, aún con esa misma sonrisa que yo no terminaba de entender, sobre todo si teníamos que recortar extras como mis latas de salmón ...como sé que me quieres mucho y te interesa nuestro bienestar tanto como a mí, sé que debes estar pensando en cómo nos puedes ayudar, así que voy a enseñarte a usar algo que está de muy de moda estos días, se llama Blog. Por alguna razón los pelos de mi espalda comenzaron uno a uno a erizarse, así que decidí dejar en paz a la polilla que volaba a mi lado, para intentar escuchar de qué se trataba todo eso. La idea es que, cuando estés trepado en la ventana, anotes todo lo que veas y luego lo escribas aquí en el Blog. Con un poco de fe, verás que alguien importante lo leerá y nos ofrecerán una columna en El Comercio, a tiempo para pagar el alquiler. Será solo por unos meses, mientras Mamita logra hacer que camine el Consultorio... Para hacerles la historia corta, hoy es mi primer día de labor y ha olvidado dejarme abierta la ventana al salir, así que estoy intentando ver qué encuentro desde la silla del comedor. ¿Se vale hablar de esto en un Blog?